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Es particularmente cierto que vivo en otro espacio/tiempo. En la dimesiøn sonora parida por las vibraciones de mis audífonos. Aislada de las frases absurdas del jefe gusano, la histeria hormonal de alguna compañera e incluso de las solicitudes descabelladas de aquellas clientes que al parecer no consumen leche con frecuencia.
Las últimas semanas fueron intensas. Cargadas de trabajos inmensos y pedidos de última hora. No es nada extraño que gente de mi raza gaste sus madrugadas o fines de semana trabajando porque algún cliente olvidó solicitar oportunamente su material. Normal, todo normal.
Hasta que una chiquilla con nombre de mascota aniñada, plástica, sifrina, pelucona wanabe que sølo tiene una neurona circuitada en su cabeza y habla como si tuviera engrudo en la boca me obligó a sacarme mis audífonos, pues creyéndose la dueña de la empresa en la que trabajo, intentó darme órdenes y alegar experiencia en un área dónde no tiene nada que ver.
Zapatero a tu Zapato!
Qué lástima siento cuando gente así intenta gesticulando a gritos humillar a otros para sentirse superiores! Tanta inseguridad encierran sus vidas perfectas de necesidades superfluas insatisfechas. Pobrecilla, no entiende que pese a su cabello teñido y su falsa ropa de diseñador su realidad es otra, nunca dejará de ser la asistente, de la asistente, osea pinche secretaria! Aunque se junte en los cócteles con "gente de clase", jamás será de "esa clase que nace en cuna de oro y come con cuchara de plata".
El problema que la molestaba se resolvió al instante, pero su estupidez no le permitía entender e insistía e insistía e insistía e insistía orillando mi mal humor al punto crítico, casi dos milímetros antes de explotar y convertir su cabeza en puré de silicona, preferí subirle el volumen a mi itunes y continuar sin amargura con mi: "But in the back of his mind, he well knows what hed find if he looked a litle deeper in you - in you Drag the waters some more like never before".*
Intento no ser prejuiciosa, pero mujercitas como esta demuestran cuanta razøn tengo al afirmar que a mayor cantidad de silicona menor inteligencia, o en su defecto, mientras más perøxido de sodio se aplican a su cabello menor es la cantidad de neuronas que habitan su cabeza!
Quizás me equivoque pero estas odiosas mujercitas parecen hechas en serie, quizás en algún lugar de su cuerpo dice made in china, quizás algún día en su fatuo cuerpo se incluya un botøn de autodestrucciøn, quizás un día estas errøneamente llamadas mujeres serán tan sølo un mal recuerdo!
* Parte de la lírica de Drag The Waters, Pantera