Somos de una especie que desaparece,
hasta nuestras diferencias se parecen,
somos como el tiempo perdido,
con palabras dichas al oído de NADlE.
Especies que desaparecen/Andres Calamaro
Hoy, alguien en sus maletas ha guardado algo más que todas mis ilusiones, mañana al medio día partirá rumbo al país de la utopía junto con no muchas de mis letras, pues la crisis existencial que adolesco está secando mis palabras, creo que me estoy quedando esteril de sentimiento con cada inhalación y algunas veces siento que esto de tener una cicatriz de plomo es lo mejor que me puede pasar... aunque también creo que padecer de esterilidad sentimental es lo peor de lo peor que puede acontecer en la vida de cualquiera (incluso en la de mis enemigos), pues precisamente el existencialismo es paradójicamente lo más cercano al sentimiendo, trato de mantener fresco en mi mente que un pesimista es un optimista con experiencia y así lo voy aplicando a todo lo que me quieran refutar porque incluso los comemierda son unos pendejos con experiencia... parece que mi lado emotivo se opone a que continúe mi camino, de vez en vez, gira su cabeza sobre el hombro izquierdo buscando a "la chica guayaquil de la boca de fresa", que atrás se quedó para siempre... aunque algunas veces Yo misma la llego a sentir incluso más cerca de lo que he imaginado, quizás porque a veces olvido el valor de las cosas y la receta del silver dry que generalmente me recuerda las cosas me deja sentir su salobre aroma pero sólo por esta vez y para que la "chica guayaquil sonría", donde quiera que esté juro por mi ovario rojo e izquierdo (con el derecho ni muerta) que jamás (una palabra peligrosa lo admito) recibirás de mi algo como el discursillo optimista de "mi amor nunca te olvido" y aunque tan solo pueda continuar enviando telegramas existenciales e impotentes (coño no soy Unamuno...) y cada días mis ojos se pinten con sombras cansadas de sueño y mi cara siempre tenga ese look de vampiresa surealista, mientras el bus gire por la esquina de Huancavilca (recordándome siempre la parada de la víbora) para llevarme hasta mi hogar y el sol se impregne siempre molesto en mi cara toda aún una pequeña alegría retumbará en mi interior evadiendome de este habitat de pantano viscoso... la pequeña alegría de comprender que aún queda una esperanza revoltosa latente... la posibilidad del amor desinteresado de los unos por los otros aún no ha sido corrompida por los chacales del poder... aún podemos lograrla o simplemente convertirnos en los agricultores de esa esperanza y aguardar a los que vienen cosechen con amor lo que con tanto cariño nos esforzamos por sembrar....
1 comment:
Socia, estamos con cariños de aduana, y de distancias, y de tiempos que estan rompiendose. Creo que para todos, estamos en un momento para LA transición.
Pero no sé a donde mierda nos lleva
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