costillas expuestas!

Hombre que desnuda a una mujer
o pretende desnudarla,
despojarla de sus prendas
para forrarla con su misticismo.

Poco a poco se va enredando en sus labios,
construyendo deseo,
marginando prejuicios,
ahondando la cercanía de los cuerpos.

Con algo de destreza
y bajo un viento de suerte,
logra escurrir las manos bajo la ropa,
conquistando cada centímetro de piel
y así consagrándose como el nativo de su amada.

Con la complacencia de ella,
él posa su cuerpo estridente al abordaje,
a penas contenido
por un sostén aliciente
y unas bragas retadoras.

Hay un hombre en el extremo superior del deseo
que hace dialogar su lengua
con un par de senos que le nombran
desde unos pezones estremecidos.

Explorando el cuerpo de ella por primera vez,
o como si así fuera,
encuentra en un clamor de pelvis
complicidad suficiente para desterrar
las bragas de la concupiscencia.

Temeroso, decidido y frágil
está un hombre que se adentra en una mujer.
Les sobrevendrán tiempos sin tiempos,
si acaso una somera distinción
ente sol y luna.

A partir de ahora no hay antes ni después,
sólo besos, caricias y amor.

Hay un hombre que desnudó a una mujer
para poderse encontrar en ella,
libre y dándose.

Quizás algún día ellos tratarán de revestirse,
mas nunca podrán ocultar
la desnudez y el amor que ya les distingue.