La Conferencia Episcopal Ecuatoriana de unas semanas para acá inició "la catequesis constitucional", apoyando la opción del NO en el referendum constitucional del 28 de septiembre.
Este organismo religioso programó discurso para sus fieles católicos, quienes desde el púlpito de su parroquia son instruidos con fe sobre los contenidos del proyecto constitucional que según sus propias declaraciones: "son rechazables para una conciencia cristiana y no son negociables".
La iglesia ha tomando partido (sus curitas son guías espirituales, no azuzadores políticos). Subestimado a sus fieles ha obviando incluso el acuerdo "Modus Vivendi", suscrito por la Santa Sede con el gobierno ecuatoriano. Pero esto no termina en un convenio violado. En el art. 133 del cógido penal dice algo interesante: "Los autores de lecciones pastorales, prédicas o sermones, sea cualquiera la forma en que se las diere al pueblo, si fueren encaminadas a desprestigiar a la autoridad (Ejecutivo o Asamblea Constituyente), presentándola como contraria a los dogmas, o a la disciplina, o a los intereses religiosos de alguna iglesia o culto (proyecto constitucional abortista y totalitario), aceptado o tolerado en la república, serán reprimidos con seis meses a dos años de prisión". (la cita la pueden encontrar en el Código Penal, en el capítulo De los Delitos contra la Seguridad Interior del Estado).
Los temas en los que la iglesia basa su oposición al texto constitucional como la defensa de la vida, la familia, educación o libertad religiosa han sido aclarados hasta la saciedad desde todos los sectores de nuestra sociedad.
Es evidente que el peligro que agoran desde el púlpito sus sotanas a los valores que defiende su fe no existe. Por eso esta rabiosa defensa sin argumentos que se fragua en la Catedral de Guayaquil me genera absoluta desconfianza.
¡Las limosnas son así tan generosas! O ¿Al bolsillo de quién los discípulos de Pedro están metiéndole la mano? ¿A quién beneficia que los ecuatorianos y ecuatorianas rechazen la constitución?
La iglesia ha tomando partido (sus curitas son guías espirituales, no azuzadores políticos). Subestimado a sus fieles ha obviando incluso el acuerdo "Modus Vivendi", suscrito por la Santa Sede con el gobierno ecuatoriano. Pero esto no termina en un convenio violado. En el art. 133 del cógido penal dice algo interesante: "Los autores de lecciones pastorales, prédicas o sermones, sea cualquiera la forma en que se las diere al pueblo, si fueren encaminadas a desprestigiar a la autoridad (Ejecutivo o Asamblea Constituyente), presentándola como contraria a los dogmas, o a la disciplina, o a los intereses religiosos de alguna iglesia o culto (proyecto constitucional abortista y totalitario), aceptado o tolerado en la república, serán reprimidos con seis meses a dos años de prisión". (la cita la pueden encontrar en el Código Penal, en el capítulo De los Delitos contra la Seguridad Interior del Estado).
Los temas en los que la iglesia basa su oposición al texto constitucional como la defensa de la vida, la familia, educación o libertad religiosa han sido aclarados hasta la saciedad desde todos los sectores de nuestra sociedad.
Es evidente que el peligro que agoran desde el púlpito sus sotanas a los valores que defiende su fe no existe. Por eso esta rabiosa defensa sin argumentos que se fragua en la Catedral de Guayaquil me genera absoluta desconfianza.
¡Las limosnas son así tan generosas! O ¿Al bolsillo de quién los discípulos de Pedro están metiéndole la mano? ¿A quién beneficia que los ecuatorianos y ecuatorianas rechazen la constitución?
Es tan superficial la oposición de la iglesia, mayoritariamente de los prelados de la costa, que centran todo su discurso en miedo, pecado, infierno ardiente. Dogma puro dogma.
En este preciso instante histórico la discusión se basa en ideas y soluciones concretas a los problemas que agobian nuestro país. Considero que solo se puede tener una opinión luego de leer el texto que estamos por aprobar o desacreditar en el referendum. Solo allí informados tomaremos la decisión acorde con el Ecuador que deseamos.
Luego de leer la constitución, ¡Yo voto SI!
¡Rechacemos el lavado de cerebro!
¡Rechacemos el lavado de cerebro!
Allí un texto con más datos para fomentar el debate de ideas, sin culpas y mieditos de niños. La opinión es cortesía del colectivo punto de quibre (puntodequiebre_ec@hotmail.com):
¡TARDE HA SALIDO EL CRISTO!
En 1662 y en 1859, el volcán Pichincha erupcionó violentamente. En el primer caso, la ciudad de Quito fue cubierta por unos treinta centímetros de cenizas. En el segundo, resultó casi destruida.
Las veneradas imágenes coloniales fueron sacadas de los templos por los quiteños, en solemnes procesiones, clamando por la misericordia de Dios. Y ciertamente todas las crónicas de la época habrán atribuido a la Divina Providencia la salvación de nuestra capital.
He pensado en todo esto, a propósito de la insólita convocatoria al reemplazo de los cultos dominicales del próximo domingo 14 de septiembre en todos los templos católicos de Guayaquil por tres misas campales, mega eventos de fe en distintos puntos de la ciudad, a trece días del referendum constitucional.
He pensado -y mal- de la encuesta de opinión lanzada el martes 9 por un canal de televisión con una pregunta tan truculenta e inductiva como “¿Tiene usted temor de concurrir a las misas campales del domingo 14 de septiembre?”.
He pensado -y muy mal- de la movilización de la estatua del Cristo del Consuelo, la de mayor veneración del pueblo guayaquileño, así como de otras tantas de larga tradición y buena fama en los templos administrados por distintas órdenes religiosas, preguntándome qué catástrofe se intenta prevenir, qué maleficio se pretende exorcizar, de cuál de las siete plagas del Egipto faraónico se nos quiere salvar con semejante despliegue de imaginería por primera vez visto en estos lares.
Sea como fuere, tarde ha salido el cristo.
El cristo -de haber salido- debió salir para ser plantado, enfrente de los bancos que festinaron los ahorros de miles de humildes ciudadanos, ganados con sudor y lágrimas. Y azotes, y humillaciones, y agonías y muertes de cruz.
El cristo -de haber salido- debió salir para ser erguido al lado de los ancianos jubilados, que decidieron defender con una huelga de hambre que a muchos les costó la vida, los límites mínimos de su dignidad insoportablemente ultrajada por pensiones miserables, desatención, desprecio y olvido.
El cristo -de haber salido- debió salir para ser elevado junto a las puertas de los hospitales abandonados de todo presupuesto que se destinó prioritariamente al pago de una deuda externa inmoral e ilícita, mientras se dejaba morir a hombres, mujeres y niños por falta de una atención oportuna o medicamentos e insumos elementales.
El cristo -de haber salido- debió salir y debería salir para ser llevado por las calles polvorientas de todos los barrios marginales de este país, donde jóvenes y adultos languidecen, mueren en vida sin la esperanza de oportunidades educativas y laborales, acumulando y desahogando los estertores de una violencia social con claros rasgos de barbarie.
El cristo -de haber salido- debió salir para atravesar los manglares y los bosques depredados por una inmensa codicia capaz de convertir en desierto nuestro fértil suelo para acumular fortunas sin medida.
Con mejor criterio y mayor prudencia, el obispo Vela Chiriboga de Quito no se ha prestado para hacer de las respetables convicciones religiosas del pueblo ecuatoriano una bulliciosa feria de politiquería, siendo una pena en cambio, que en Guayaquil, gracias a una burda manipulación del Opus Dei, se utilice la religiosidad popular, arraigada en nuestro pueblo pobre y creyente, para decir NO a la nueva constitución con el hipócrita planteamiento que va a “catequizar” a sus fieles.
Pienso que si sectores de derecha de la Iglesia jerárquica quieren expresar su opinión sobre algunos textos de la nueva constitución, lo podrían hacer suscribiendo un comunicado a sus fieles, con su firma de responsabilidad, para democráticamente expresar sus puntos de vista. Pero, la jerarquía ligada al OPUS DEI, no se da cuenta que con su comportamiento va a crear fuertes divisiones y contradicciones en la iglesia “pueblo de Dios” a partir de esta arremetida mediática, motivada en el fondo por intereses económicos de sus amigos oligarcas con quienes aparecen frecuentemente en fotos de actos sociales, mostrando su apego y complacencia.
Para terminar recuerdo una caricatura del mexicano Rius, en la que un Jesús descalzo, coronado de espinas y con la cruz a cuestas les pregunta a unos clérigos ornados de esplendorosas vestimentas y reunidos en concilio: “Cuando ustedes hablan de la Imitación de Cristo, ¿se refieren a mí?”...
En 1662 y en 1859, el volcán Pichincha erupcionó violentamente. En el primer caso, la ciudad de Quito fue cubierta por unos treinta centímetros de cenizas. En el segundo, resultó casi destruida.
Las veneradas imágenes coloniales fueron sacadas de los templos por los quiteños, en solemnes procesiones, clamando por la misericordia de Dios. Y ciertamente todas las crónicas de la época habrán atribuido a la Divina Providencia la salvación de nuestra capital.
He pensado en todo esto, a propósito de la insólita convocatoria al reemplazo de los cultos dominicales del próximo domingo 14 de septiembre en todos los templos católicos de Guayaquil por tres misas campales, mega eventos de fe en distintos puntos de la ciudad, a trece días del referendum constitucional.
He pensado -y mal- de la encuesta de opinión lanzada el martes 9 por un canal de televisión con una pregunta tan truculenta e inductiva como “¿Tiene usted temor de concurrir a las misas campales del domingo 14 de septiembre?”.
He pensado -y muy mal- de la movilización de la estatua del Cristo del Consuelo, la de mayor veneración del pueblo guayaquileño, así como de otras tantas de larga tradición y buena fama en los templos administrados por distintas órdenes religiosas, preguntándome qué catástrofe se intenta prevenir, qué maleficio se pretende exorcizar, de cuál de las siete plagas del Egipto faraónico se nos quiere salvar con semejante despliegue de imaginería por primera vez visto en estos lares.
Sea como fuere, tarde ha salido el cristo.
El cristo -de haber salido- debió salir para ser plantado, enfrente de los bancos que festinaron los ahorros de miles de humildes ciudadanos, ganados con sudor y lágrimas. Y azotes, y humillaciones, y agonías y muertes de cruz.
El cristo -de haber salido- debió salir para ser erguido al lado de los ancianos jubilados, que decidieron defender con una huelga de hambre que a muchos les costó la vida, los límites mínimos de su dignidad insoportablemente ultrajada por pensiones miserables, desatención, desprecio y olvido.
El cristo -de haber salido- debió salir para ser elevado junto a las puertas de los hospitales abandonados de todo presupuesto que se destinó prioritariamente al pago de una deuda externa inmoral e ilícita, mientras se dejaba morir a hombres, mujeres y niños por falta de una atención oportuna o medicamentos e insumos elementales.
El cristo -de haber salido- debió salir y debería salir para ser llevado por las calles polvorientas de todos los barrios marginales de este país, donde jóvenes y adultos languidecen, mueren en vida sin la esperanza de oportunidades educativas y laborales, acumulando y desahogando los estertores de una violencia social con claros rasgos de barbarie.
El cristo -de haber salido- debió salir para atravesar los manglares y los bosques depredados por una inmensa codicia capaz de convertir en desierto nuestro fértil suelo para acumular fortunas sin medida.
Con mejor criterio y mayor prudencia, el obispo Vela Chiriboga de Quito no se ha prestado para hacer de las respetables convicciones religiosas del pueblo ecuatoriano una bulliciosa feria de politiquería, siendo una pena en cambio, que en Guayaquil, gracias a una burda manipulación del Opus Dei, se utilice la religiosidad popular, arraigada en nuestro pueblo pobre y creyente, para decir NO a la nueva constitución con el hipócrita planteamiento que va a “catequizar” a sus fieles.
Pienso que si sectores de derecha de la Iglesia jerárquica quieren expresar su opinión sobre algunos textos de la nueva constitución, lo podrían hacer suscribiendo un comunicado a sus fieles, con su firma de responsabilidad, para democráticamente expresar sus puntos de vista. Pero, la jerarquía ligada al OPUS DEI, no se da cuenta que con su comportamiento va a crear fuertes divisiones y contradicciones en la iglesia “pueblo de Dios” a partir de esta arremetida mediática, motivada en el fondo por intereses económicos de sus amigos oligarcas con quienes aparecen frecuentemente en fotos de actos sociales, mostrando su apego y complacencia.
Para terminar recuerdo una caricatura del mexicano Rius, en la que un Jesús descalzo, coronado de espinas y con la cruz a cuestas les pregunta a unos clérigos ornados de esplendorosas vestimentas y reunidos en concilio: “Cuando ustedes hablan de la Imitación de Cristo, ¿se refieren a mí?”...
5 comments:
Qué buen texto carajo, como quisiera que ciertas personas de extrema derecha quasi nazis lo leyeran porque está totalmente lleno de sentido común. Y qué satisfacción tan grande ver que te has puesto del lado de la reivindicación social. Deberías reenviar el texto a todos los mails posibles!
Silvi:
Puedes tomarlo y enviarlo a todos tus contactos. Con Confianza. Antes de publicarlo hice lo mismo con mis contactos. Gracias por comentar!
ay los curitas y toda su M-I-E-R-D-A
no hay caso con ellos.
existen tantos casos comprobados de corrupción en nombre de Dios por parte de los mismos clérigos, tantas solapadas que han tenido desde siempre a cambio de privilegios y comodidades...
..Somos dioses en proceso, recuerdas?
un beso mujer bella ;) cuidate.
Si la constitucion legalizara la pedofilia, los curas no saltaran =)
Jolie y Lex:
los curas, la iglesia, el vaticano son otra forma de nombrar la corrupcion!
Post a Comment