cada vez me dan menos ganas de construir relaciones... relacionarme con los otros... involucrarme con el "sexo fuerte"... interpretar la rutina vacía de la media naranja... los diminutivos... los aniversarios... conformarme con migajas de cariño... compartirme con mediosesos acostumbrados a victimizarse en su miseria... gusanos que gozan humillando a la mujer... cobardones que se alimentan de su propia mierda y se sienten el centro del universo...
descreo del enamoramiento químico... esa sensación de bienestar que produce mi cerebro cuando libera endorfinas... prefiero observar como esos hombres que intentan involucrarse en cotideanidad se relacionan con otras mujeres: algunos tratan a su madre como esclava, otros minimizan a sus hermanas, muchos se refieren déspotamente de su secretaria, humillándola abusando de su condiciøn de jefe...
y cuando recrimino su comportamiento, suelen decirme: mi vida es que tú eres distinta, ajam, ¡Cabrones!
las señales de alerta siempre están allí, a simple vista... y la opción de continuar o terminar esa relación también... para qué continuar por ese camino al abismo... aunque de la boca de aquel salgan palabras como respeto, dignidad, igualdad... su praxis expresa todo lo contrario... ¿por qué me trataría diferente a mi?
prefiero salvarme cuando aún hay tiempo, es cierto mi actitud es un trabajo conciente.
intento no repetir los mismos errores. Evito los comportamientos viciados... ojalá otras mujeres hubieran hecho lo mismo... ... ojalá no tuviera que oírlas cuando en el hospital con una pierna rota, un brazo dislocado, un ojo morado me dicen: "Candela, siempre tuviste razøn... ¡siempre!"
algunas mujeres son víctimas de si mismas... se dejan llevar por esa sensaciøn de bienestar... se cuentan un cuento de amor imaginario... se lo creen... y de ese falso amor que sølo ellas sienten sacan fuerzas para continuar en una relaciøn que las hiere, lastima y poco a poco las asesina...
descreo del enamoramiento químico... esa sensación de bienestar que produce mi cerebro cuando libera endorfinas... prefiero observar como esos hombres que intentan involucrarse en cotideanidad se relacionan con otras mujeres: algunos tratan a su madre como esclava, otros minimizan a sus hermanas, muchos se refieren déspotamente de su secretaria, humillándola abusando de su condiciøn de jefe...
y cuando recrimino su comportamiento, suelen decirme: mi vida es que tú eres distinta, ajam, ¡Cabrones!
las señales de alerta siempre están allí, a simple vista... y la opción de continuar o terminar esa relación también... para qué continuar por ese camino al abismo... aunque de la boca de aquel salgan palabras como respeto, dignidad, igualdad... su praxis expresa todo lo contrario... ¿por qué me trataría diferente a mi?
prefiero salvarme cuando aún hay tiempo, es cierto mi actitud es un trabajo conciente.
intento no repetir los mismos errores. Evito los comportamientos viciados... ojalá otras mujeres hubieran hecho lo mismo... ... ojalá no tuviera que oírlas cuando en el hospital con una pierna rota, un brazo dislocado, un ojo morado me dicen: "Candela, siempre tuviste razøn... ¡siempre!"
algunas mujeres son víctimas de si mismas... se dejan llevar por esa sensaciøn de bienestar... se cuentan un cuento de amor imaginario... se lo creen... y de ese falso amor que sølo ellas sienten sacan fuerzas para continuar en una relaciøn que las hiere, lastima y poco a poco las asesina...
