"Amor" se llama el juego en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño...
Y cada vez peor y cada vez más rotos,
y cada vez más "tú", y cada vez más "yo"
sin rastro de "nosotros"...
Joaquín Sabina/Amor se llama el juego
A dos manos
Tantas sensaciones que arroja vuestra última visita
que me resultan torpes e incompletas cada una de las palabras,
mucho más fidedigno sería recitarte un suspiro profundo y extenso
que de cuenta de su más pequeña pestaña.
Ante la impotencia para nombrarte en mí,
y con la impaciencia del silencio,
sølo logro atinar en párrafos vagos de ti, de mí.
Tendré que contarle que
hay noches de hastío en que las estrellas pasan inadvertidas,
suele haber momentos en que mis pasos resultan muy pesados para mis pasos,
incluso, recuerdo horas fúnebres, densas,
donde la cabeza choca entre cantarilla y cantarilla,
sin soplo de vida, sin un dejo de pasiøn.
Sí, a esta forma suelen someterse los tiempos de mi mano humillada,
esa mano perdida en sí misma que es mano de simios,
mano de alacranes que archivan sølo olvido.
Acaso por ello, esta velada me resultø tan dulce y conmovedora,
por ser parnaso de mi otra mano,
de mi mano sacristán y pecadora
que oscila entre vuelo y esperanza,
que reconforta mi más lastimoso desencuentro.
Y sí, vos sois principio y causa de mi felicidad,
al solapar en su tiempo a mi sombra,
sin rituales eclesiásticos o familiares.
Me basta con vos, no requiero de más.
Resultø ser tan acogedora su sonrisa distraída,
justo como resonaba antes de la distancia.
Vuestra mirada poseída por la voz,
me abstrajo de los versos escénicos telúricos
que aparecían lerdos, mundanos ante el rostro de vos.
Resumiendo, hizo que por unas horas,
dios y el diablo pactaran una tregua épica basada en la belleza,
fundada en la belleza de su corazøn del tamaño de un puño
que hace timbrar otro corazøn del tamaño de mi puño.
Podría sembrarte halagos subsecuentes que no dieran cuenta de vos,
podría juntar todas las frases amorosas de esta nocturnidad
y para qué, cualquier intento por saciar mi deseo de explicaciøn
no es más que el miope acontecer de un ciego en el cine.
Que valga saber que tengo dos manos,
y una suerte no echada,
que valga la pasiøn de dos más que los muertos estilizados en miles.
Ambos sabremos que nos sobrará el tiempo,
el problema no es el tiempo,
sino la pasión.
Amor se llama el juego. Joaquin Sabina.
Sabina, siempre Sabina. los espejismos se rompen como los pixeles. la desolaciøn de la certeza sobra y se prolonga un final que mengua el inicio. Y para salvarnos, ¿Nos tomamos otra pastilla para no soñar?
1 comment:
PLOP!
Siento una punzada en el pecho!
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