Friday, December 12, 2008

¡creciendo!



Eu quero que você saiba
Que eu estou pensando em você
Mas te quero livre também
Como o tempo vai e o vento vem
E que eu te quero livre também
Como o tempo vai e o vento vem

Marisa Monte/A Sua

Evito los centros comerciales, las plazas, los shoppins. Me incomodan las multitudes y su torpeza. Pero esta vez, el lugar más cercano para surtir la despensa de casa, retirar dinero del banco y comprarle un par de pullovers a Chispita era el mall del sun.

Me carga tener que dar tantas vueltas para encontrar parqueo, aunque mucho más me enoja el típico sabido que se mete en contravía para ganarse el espacio libre que Yo estuve esperando con toda la paciencia del mundo, mientras una señora se tomaba todas las precauciones para sacar su sedan en reversa.

Y, aunque desee pasarle el carro por encima hasta convertirlo en chatarra por abusivo. No me quedó otra que subir hasta el último nivel, dønde nadie más avanza por pereza, segura que allí podría dejar el carrito sin lío.

Generalmente desecho todo tipo de material POP que me entregan al llegar al centro comercial. Esto de trabajar en publicidad me ha hecho inmune a ciertos mecanismos de promociøn. Tiendo a reciclar el reverso de las hojas volantes como "notitas", doblarlas en cuatro partes, cortarlas y perforar uno de sus extremos para luego colgarlas en el gancho de la cocina. Así ahorro papel y le doy un uso práctico a tanta basura que circula por allí.

Esta vez Chispita reparó en un papel bond fotocopiado: "Mira un árbol. ¿Qué dice aquí? ", me dijo. Y como no acostumbro mentirle o sacarle el cuerpo tuve que leer el volante. Según parece nos hemos ganado unas semillas gratis. Lo cual emocionø mucho a la niña, que como todos en esta familia, tiene un campesino loco por la siembra oculto entre sus cejas...

¡Esta bien vamos a reclamar las semillas! Aprovechando que el lugar estaba cerca o dentro del megamercado. Llevaba el tiempo justo para hacer todos los recados, además de comprarle balanceado y arena a Morgana, la gata.

Cierto fue, nos regalaron cuatro semillas de Acacia Roja, un árbol nativo de Madagascar que se da muy bien en la costa ecuatoriana. Pero, allí la trampa, me hablaron de un abono rico en nitrógeno que estaba en promoción, casi regalado... un dolar la funda... Chispita, me miró, porque parecía que si no comprabas la fundita no había tales semillas gratis... y que más da en esta crisis un dolar más, un dolar menos, mientras ella sea feliz.

De regreso a casa, no parø de hablar de sus semillas y que le harían compañía a su árbol de fréjol... que iba a llamar al T-o a contarle que iba a usar la maceta que le regalø... yo sølo sonreía imaginando la cara de mi madre cuando dijera: "¡Otra planta! ¡Se la va a comer esa gata endemoniada!"

Y hoy, tomándome un café al despertarme me fijé: cømo han crecido las semillitas... ya hasta hay que cambiarlas de maceta... eso ahora hay que comprar más macetas... ya me preocuparé luego dønde plantar esos árboles que llegan a medir casi 8 metros...

La vida avanza, se nutre, florece justo frente a nuestros ojos y hay tantos que se lo pierden...





* A Sua. Marisa Montes.
Ella es una de las voces dulces del Brasil contemporáneo. Forma parte de ese grupo de músicos que producen música maravillosa, pero que la gran mayoría de latino americanos desconocemos por razones infinitas... por allí hay algunos dúos con Carlinhos Brown, David Bryne, Paralamas do Sucesso e incluso Julita Venegas que vale la pena escuchar.

** Lo vuelvo a decir: Es tan difícil aceptar los hechos y para solucionarlos arriesgarse a invitarme un café...

6 comments:

Carlos Paredes Leví said...

Da gusto ver como algo crece gracias a nosotros....
Un saludo, ingeniera.

Juan Pablo said...

Tu post me dá ganas de vivir. Ya mismo voy a comprar los huevos, el pan y el queso (que rima con beso).

Anonymous said...

Dragoncita: hoy estoy completamente de acuerdo contigo... saludos!

Unknown said...

Carlos, así como gracias a mi no creo... yo no las riego, son responsabilidad de Chispita; pero en algo si tienes razon como siempre da mucho gusto ver como la vida se reproduce, se toma los espacios y se afirma con toda fuerza a los adoquines del suelo...

Unknown said...

Oiga Juanpa (o debería decir lea) usted es así de cariñoso siempre? jajaja ya tendremos chance usted me invita un asado que yo preparo el omelete... y carlos se pone un tinto de esos reserva que tanto le gustan!

rico!!!

Silvana Tapia said...

Qué linda historia, y se dejó leer tan fluidamente... tienes madera para la narración!

Chanfle, me pongo a pensar y no tengo ni una sola planta :S

besos!
silvi.