ganas pasajeras...

supongo que dolió un poco
si fue la primera vez
pero hay que ser fuerte
contra la corriente también
cuantas veces me dijeron que no
a mí y sobreviví
dame la mano y vení
que te enseño a perder

Andrés Calamaro/Ok. Perdøn
 

Entre tu nombre y el mío, hay 10 kilømetros de arena que no nos permite olernos, dos intrusos que vigilan que no nos manoseemos y un pretexto que sube diariamente por mi escalera.

Extraño ver la cama revuelta y ese jugo de tomate con sábila que tranquilizaba la resaca.

El sabor del café en tus labios me arrebata el aliento en las mañanas. Y, de repente aún puedo verte arreglándote el cabello y escogiendo que ropa interior guardará en la oficina tus secretos.

Estas ganas pasajeras de no mirar el lado oscuro de mi cama, el espacio vacío a un costado de la ventana, tu oscura melena dibujada sobre la almohada que a veces abrazo diciéndole: tienes una mirada perversa cuando despertás.

Cuando me acuesto en mi cama bailo solo y a la mesita junto al colchøn le hacen falta las ligas de tu pelo, quizás también añora esos pendientes de caracoles marinos con los que vos solías oír el mar... tras el armario tengo cautiva tu silueta...

Un saludo noctámbulo de pronto me roba la melancolía, a través de un mensaje en el møvil la sangre vuelve a correr libre en mis venas como un lobo por la estepa. La cama, aún vacía, toma un respiro y se calienta con las letras que a kilómetros de distancia, tal vez con alguna intenciøn, fueron escritas. Mientras tanto, aquí sentado, todavía me pregunto ¿Dønde estas, cømo te encuentro? ¿Por qué nos necesitamos? ¿Quién eres tú para que mi cama te reclame?

Cømo agua entre los dedos, te me fuiste escapando y ahora te busco con las mismas ganas con las que antes te ignoraba.

A lo mejor mi memoria te espera o lo peor de mi carácter te ansía y ya solo te digo en silencio hueles como la noche, aunque la noche también sea: soledad, café y los acordes de una guitarra reclamando la bendiciøn de una caricia.

* Ok. Perdøn. Andrés Calamaro.
¡Grande Andrelo! Desde el Salmøn II, allí está apunten para mi regalo de reyes... no tengo ninguno de los salmones, un par de tracks por allí en mi itunes, ¿pero los discos? Nones...
Y lo afirmo sin pena: no estamos acostumbrados a que los amigos nos respondan negativamente, menos que nos lleven la contraria y a muchos les enoja "por que muy dentro se que tienes razón". Venga pese a todo, como dice Calamaro: " igual somos amigos porque para enemigos hay un montøn de gente". Sabés que esto es para vos, así me leas desde Australia, Ecuador, la curva de un cometa o el asteroide B-612.

** Ajá quién dijo que no se puede alcanzar la luna con los dedos... Este es mi regalo: nada es imposible aunque te digan lo contrario.

¡Feliz Navidad! A todos los que celebran el nacimiento de Jesús, el milagro de la luz o a quienes como yo estas fechas son una excusa para reunirse con los queridos... un abrazo que llegue a todos los rincones del tercer planeta junto al sol y a toda la galaxia desde el callejøn del Astillero en Kill City.