¡manos sedientas!

sin ton ni son me despliego por los pasillos hasta el dormitorio. casi sin aliento me derrumbo sobre el colchøn. me importa un carajo si las cuentas continúan sin pagar. las neuronas sulfatadas. el oído interno chorreando por la oreja. me revienta la cabeza. el cansancio anula la conciencia. todavía no COM PREN DES que estoy muerta. se alborota el avispero. los reclamos domésticos me sepultan como la nieve perpetua. sølo quisiera cortarte la garganta. dejarte allí ahogándote amargada. quejas. quejas. quejas. más quejas. la niña. la gata. el periodiquero. la vecina. el dueño de casa. la vecina, otra vecina. me chupa un ovario tanta tontería. no te fijas. no te enteras. el pan duro me ha roto las encías. los nudillos partidos se cubren con costras de sangre. clavas tu lanza en mi costado. no se ponerme de rodillas. no se rogarle al Cristo. no se de berriches. no se de pataletas. no se abrirme de piernas para que me mantengan. me mareas. por favor déjame sola. me mareas. pierdo la paciencia. me da asco tanto parlamento. ya cállate. no te haré ni puto caso. esto huele a miseria. me largo tan lejos como puedo. quiero incinerarme la tristeza a ritmo lento. aspirarme la vida entre su amor flaco y el minúsculo colchøn mojado. embriagarme en su piel enlazando nuestras manos sedientas. condenarme al fuego interno que despiertan sus labios hambrientos entre las sombras de mi cuerpo. conjugarme entre sus abrazos de lija y terciopelo alojados en el delirio de hecharlo de menos.